Una pierna, un pie. Mientras el rock and roll suena en off, la cámara hace un recorrido por la sala de baile, descendiendo hasta los pies de los presentes, que se mueven al son de la música. Una de las piernas es regordeta, vulgar. Como lo son, en apariencia, sus personajes.
Solamente Aki Kaurismäki -no se me ocurre otro- es capaz de filmar una escena así y no derivar (incluso justificadamente) hacia la sátira o el esperpento, o bien hacia la explícita seriedad del "realismo". Y es que Kaurismäki mantiene siempre su cariño hacia los personajes.
Así, es capaz, como ocurre en la película que comento, en menos de una hora y con poquísimo diálogo, narrarnos una conmovedora historia de soledades compartidas, de anhelos humanos. Y, también, de esperanza. Lo cual es también importante: sin cerrar los ojos a la tristeza de la vida (esos personajes desvalidos y melancólicos, tan característicos de su cine), pero consciente también de sus aspectos más ridículos (tiernamente ridículos, podríamos decir); y manteniendo en todo caso la posibilidad -remota, pero no inexistente- de que, en cualquier momento, aparezca el acontecimiento salvador. Que hay que identificar, y aprovechar: como lo hace Reino (Matti Pellonpää) en esta historia.
Solamente Aki Kaurismäki -no se me ocurre otro- es capaz de filmar una escena así y no derivar (incluso justificadamente) hacia la sátira o el esperpento, o bien hacia la explícita seriedad del "realismo". Y es que Kaurismäki mantiene siempre su cariño hacia los personajes.
Así, es capaz, como ocurre en la película que comento, en menos de una hora y con poquísimo diálogo, narrarnos una conmovedora historia de soledades compartidas, de anhelos humanos. Y, también, de esperanza. Lo cual es también importante: sin cerrar los ojos a la tristeza de la vida (esos personajes desvalidos y melancólicos, tan característicos de su cine), pero consciente también de sus aspectos más ridículos (tiernamente ridículos, podríamos decir); y manteniendo en todo caso la posibilidad -remota, pero no inexistente- de que, en cualquier momento, aparezca el acontecimiento salvador. Que hay que identificar, y aprovechar: como lo hace Reino (Matti Pellonpää) en esta historia.
