Leo en el último número (nº 240) de Diagonal que se acaba de publicar, sendas entrevistas con l@s candidat@s de Izquierda Unida y de PODEMOS a la Presidencia de la Junta de Andalucía: Antonio Maíllo y
Teresa Rodríguez. L@s dos dicen cosas sensatísimas, que comparto al 120 %, si
de fijarse objetivos se trata: stop desahucios, stop recortes, cambio de modelo
productivo, banca pública,... En fin, el abc de las izquierdas.
Pero, ¡caracoles!, ni el uno ni la otra mencionan tres "pequeñísimos" detalle sin apenas importancia:
1º) Que la Junta de Andalucía, como el resto de las comunidades autónomas, carecen de competencias en buena parte de los temas que quieren cambiar, por lo que (como ha pasado en esta legislatura con algunas iniciativas de IU) el Tribunal Constitucional suspendería cualquier iniciativa, por inconstitucional.
2º) Que muchos de los cambios son directamente inconstitucionales, por violar el derecho fundamental a la propiedad privada (por lo que ocurriría lo mismo), o contradicen el Derecho de la Unión Europea (y probablemente darían lugar a sanciones, o bien a sentencias condenatorias contra España de su Tribunal de Justicia).
3º) Y, en fin, que la Junta de Andalucía no tiene autonomía financiera, por lo que depende de los ajustes de financiación que aprueben el Gobierno central y la Unión Europea.
1º) Que la Junta de Andalucía, como el resto de las comunidades autónomas, carecen de competencias en buena parte de los temas que quieren cambiar, por lo que (como ha pasado en esta legislatura con algunas iniciativas de IU) el Tribunal Constitucional suspendería cualquier iniciativa, por inconstitucional.
2º) Que muchos de los cambios son directamente inconstitucionales, por violar el derecho fundamental a la propiedad privada (por lo que ocurriría lo mismo), o contradicen el Derecho de la Unión Europea (y probablemente darían lugar a sanciones, o bien a sentencias condenatorias contra España de su Tribunal de Justicia).
3º) Y, en fin, que la Junta de Andalucía no tiene autonomía financiera, por lo que depende de los ajustes de financiación que aprueben el Gobierno central y la Unión Europea.
En suma: que lo suyo -en ambos casos- no es un programa, sino
una carta a los reyes magos (que, como todos sabemos, no existen). Porque obsérvese que ningun@ de l@s dos habla de incumplir la legalidad o de rebelarse contra ella. Así que parece que están proponiendo una entelequia tal que la cuadratura del
círculo: ininteligible.
Y no sé qué me preocupa más: si que sean conscientes de su
impotencia y se la estén ocultando a l@s elector@s; o que ni siquiera se hayan
dado cuenta de que en realidad carecen de programa político (los buenos deseos
no lo son).
(Puede leerse una reflexión más general al respecto aquí: