El libro que comento (Tirant lo Blanch, 2022) constituye una buena introducción (muy sencilla y divulgativa en sus explicaciones, aunque con una abundante bibliografía referenciada, que permite profundizar a quienes estén interesados en ello) a ciertos aspectos de la Criminología: en concreto, al estudio de las circunstancias empíricas que, tanto en el infractor como en la víctima como en el medio (físico y social), hacen probable la aparición de lo que el autor denomina "crímenes"; aunque, hablando con rigor (puesto que crimen solo lo es el que la ley define como tal), habría que denominar más bien conductas socialmente desviadas.
El libro, en efecto, examinar, por una parte, aquellas características que hacen que alguien se convierta en infractor: primero, los rasgos de los individuos que manifiestan disposición a infringir; y luego, las características de las situaciones que favorecen que dicha disposición se actualice efectivamente, y la infracción sea cometida.
En segundo lugar, se analizan aquellos factores (valor, inercia, visibilidad, accesibilidad) que hacen más probable que ciertos objetos (personas, cosas, etc.) se conviertan en destinatarios de las conductas socialmente desviadas.
En tercer lugar, se exponen cómo la presencia o ausencia de ciertos mecanismos comunitarios de control social (sobre el potencial infractor, sobre el objeto de la potencial infracción y/o sobre el espacio en el que la infracción podría tener lugar) reduce o aumenta la probabilidad de la infracción.
Se trata, como decía, de una examen sólido y fácilmente comprensible de la mejor evidencia empírica disponible sobre cada una de esas potenciales conexiones causales (cuya circunstancial confluencia, en una u otra modalidad, vuelve más o menos probable la aparición de la infracción).
Que nadie busque, pues, un análisis más profundo (ni psicológico, ni sociológico) de los fenómenos de desviación y control sociales: un análisis de las causas macro-, meso- y micro-sociales de dichos fenómenos. Teorías al respecto de tales cuestiones no las hallará en el libro. Por el contrario, este se concentra en aquellas cuestiones que más preocupan a los gestores de la seguridad pública (que para nada se plantean siquiera la posibilidad de poner en cuestión los procesos de marginación social o de etiquetamiento, sino que pretenden limitarse a gestionarlos eficazmente): qué factores empíricamente mensurables pueden ser correlacionados, con cierto grado de plausibilidad, con la probabilidad de cometer conductas socialmente desviadas y/o de ser objeto de tales conductas, en ciertos momentos, lugares y circunstancias.
Una perspectiva ciertamente insuficiente para producir conocimiento científico sólido acerca de los fenómenos de desviación y control sociales. Pero, pese a todo (pese a sus evidentes limitaciones), también es una perspectiva necesaria (que más que de "analítica", yo calificaría de etiológica), que hay que conocer.
