¿Puede ser un buen motivo para asesinar la evitación de una demanda de responsabilidad civil que nos arruine? Pues, hombre, podría ser...
Lea usted, entonces, esta entretenida novela criminal de Cyril Hare (hay traducción castellana en Siruela), que, además de ser una muestra clásica de whodunit, está ambientada en el mundo jurídico inglés de los años 30 del pasado siglo. Podrá, entonces, comprender cómo las vicisitudes de los conflictos jurídicos que se sustancian ante los tribunales de justicia, unidas a los humanos vicios de quienes actúan como operadores jurídicos en dichos tribunales (la soberbia de los jueces, el oportunismo y ansias de ascenso social de abogados y funcionarios, el idealismo ingenuo de unos pocos, la absoluta incomprensión de los procedimientos y formas de argumentar judiciales de parte de la gran mayoría de l@s justiciables,...), pueden ponernos tantas veces, a resultas de un pleito, en la antesala del crimen.
¡Milagro, entonces, que no más juez@s y abogad@s perezcan violentamente, como fruto de sus pecados 😆!
Lectura, pues, muy divertida y, además, bastante educativa, puesto que llama a la reflexión sobre quiénes -y cómo- somos. Particularmente recomendada para juristas sin sentido del humor...