X

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

miércoles, 22 de abril de 2020

Paradojas del moralismo jurídico-penal en materia de sexualidad adolescente


El otro día leía, en El País, esta "noticia"; o, más bien, esta pieza de propaganda policial:


Pero conviene no dejarse cegar por el titular y, en cambio, leer la noticia a fondo. Porque, leyéndola así, en seguida se descubre que, en realidad, el problema no es que haya más "pedófilos" (traducción de la jerga periodístico-policial: más personas adultas que poseen y/o intercambian material pornográfico en el que participan menores).

No, el problema parece ser que, como l@s menores (adolescentes) están ahora confinad@s en los domicilios y tienen mucho más tiempo libre, se dedican, entre otras cosas, a hacer lo que hacen ya de forma habitual, solo que con más asiduidad: a compartir en servicios de mensajería y redes sociales -entre otras cosas- material audiovisual con contenido erótico y sexual (evidente o atribuible). De manera que, claro está, hay más material "pornográfico" (según la perspectiva del moralista) disponible en internet.

Así que, en realidad, el problema es que las (supuestas) víctimas, a las que los delitos del art. 189 del Código Penal deberían proteger, están llevando a cabo comportamientos (voluntarios) que promueven su propio daño: ¡caso claro de autopuesta en peligro! Ante lo cual, las fuerzas de seguridad, fieles a su obligación de generar alarma social -allí donde puedan hacerlo- frente a las conductas pervertidas y antisociales, advierten de este fenómeno.

(Por supuesto, también entre l@s personas menores hay casos de acoso, de atentados a la intimidad, etc. Pero aquí me refiero al resto de los casos, que son los discutibles.)

Aunque, por el momento, no dan el paso lógico siguiente, que sería hacer compartir a l@s "menores pedófilos" (¡sic!) la suerte de sus colegas adultos: redadas, ruedas de prensa anunciando que una nueva "red pedófila" ha sido desarticulada, criminalización,... ¡Qué escándalo, la policía omitiendo su obligación de perseguir a peligrosísimos promotores de auténticos grupos criminales: grupos de whatsapp y otras redes, de amigos/as y/o compañeros/as de instituto, en las que, de forma habitual, se comparten fotos y vídeos sexuales... (Art. 570 ter del Código Penal: "se entiende por grupo criminal la unión de más de dos personas que, sin reunir alguna o algunas de las características de la organización criminal definida en el artículo anterior, tenga por finalidad o por objeto la perpetración concertada de delitos".)

Como se puede ver, explicitado en todos sus términos, el enfoque resulta más bien cómico, ridículo; mucho más cuando -como ocurre aquí- se presenta con la crudeza y la falta de afeites con la que lo hace la retórica policial. Y, ciertamente, sería para reírse, si no fuésemos conscientes de que, más allá de la torpeza propia de la propaganda policial, detrás de esta fachada de moralismo (disfrazado de falso paternalismo) están en juego tres retos muy serios para un Derecho Penal liberal:

1º) la libertad individual de las personas adultas (para ser todo lo pervertidas que deseen/ deseemos, siempre que no causen daño alguno a terceros);

2º) la protección de las personas menores frente al moralismo (que pretende hacer pasar por protección lo que no es sino un puro ejercicio de poder ideológico) y frente al riesgo de ser criminalizadas por hacer aquello que quieren voluntariamente hacer;

y 3º) la protección de toda la ciudadanía frente a la vigilancia policial masiva en internet, frente a la estrategia (que se ha empleado también para investigar presuntos delitos de enaltecimiento del terrorismo y de provocación al odio) de "pesca milagrosa", consistente en "monitorizar" de forma permanente internet, a la busca de contenidos que puedan ajustarse -más o menos- a ciertos patrones y justificar con ello una intervención policial offline (detenciones, ruedas de prensa, criminalización), que permite rellenar estadísticas, hacerse publicidad y, de paso, reforzar la sensación de control social.


Más publicaciones: