Tan sólo unas líneas para llamar la atención sobre esta película, sobre esta rareza. Que lo es por varios motivos:
- Es una película del Hollywood pre-code. Producida por Fox Films, como ocurre con tantas otras muestras del cine sonoro anterior a la entrada en vigor del "código Hays", confluye en ella la delirante fantasía escenográfica en que había culminado la parte más innovadora del cine mudo: así, danzarinas ligeras de ropa deambulan por sus escenas, ensayando improbables bailes con pretensión seductora...
- Es una película de ciencia-ficción con un demencial argumento, cruce de Jules Verne, Metropolis, la literatura distópica y la comedia romántica del momento.
- Por ello, contiene escenas de anticipación futurista (un futuro fijado... ¡en 1980!), en las, no obstante, se juega constantemente con la dialéctica entre presente -1930- y futuro; se juega a confundirlos: hombres y mujeres del futuro que piensan como los hombres y mujeres "liberad@s" de los años veinte y reivindican su libertad y la superioridad moral de dicha década sobre un futuro que se presenta como ominoso (por automatizado, falto de libertad, de creatividad, etc.).
- Y, en fin, en última instancia, lo que predomina en la película es la estética y la retórica del cine musical -en plena creación- y del teatro musical de Broadway. De manera que su trama acaba por constituirse principalmente en una excusa para el lucimiento de los números musicales y de ese también improbable cómico que resultó ser El Brendel.
Una pieza singular, pues, de un momento de la historia del cien norteamericano en el que la transición del cine silente al sonoro desencajó las piezas (tanto las industriales como las estéticas), haciendo posible la aparición de una rara avis como Just imagine. Cuatro o cinco años después, desde luego, esta película ya no hubiese sido posible.
Una obra que, hoy, tan sólo puede interesar a cinéfil@s irrredent@s y de gran curiosidad.
Es posible ver la película completa aquí:
