Hace mucho que tengo pensado que es preciso elaborar una crítica devastadora al movimiento escéptico, que tanto éxito tiene entre ciertas capas de las profesiones intelectuales: en el plano político, por su elitismo y por su sesgo en pro de la tecno-ciencia; y en el plano teórico, por eludir lo que nos dicen la sociología y la filosofía de la ciencia acerca de cómo se construye la racionalidad científica y sobre sus límites.
Pero, mientras me decido y no a hacerlo y a escribir algo al respecto, dejo aquí el enlace a esta conferencia, que presenta más o menos elaborados una parte significativa de los argumentos, y de manera bien vigorosa, como se debe.
La continuación del debate sobre el tema ha sido referenciada en las las siguientes dos entradas adicionales: