En este artículo, publicado en el nº 246 (abril 2016) de Le Monde Diplomatique en español, se expone el ascenso de la militarización del ciberespacio: entendido, cada vez, más como otro espacio de confrontación entre estados, como fuente de riesgos y de amenazas y como lugar en el que las grandes potencias deben ser capaces de intervenir, para repeler cualquier ataque, pero también para aniquilar la capacidad informática del enemigo.
En particular, se destaca la vaguedad esencial de los conceptos de "ciberguerra" y de "ciberataque", que apenas permiten hacer distinciones que, sin embargo, resultan básicas tanto desde el punto de vista político como desde el jurídico: entre conducta dañosa, pero lícita, delito y acto de "terrorismo" y acto de guerra; entre acto de guerra legal y acto de guerra ilegal (tanto por lo que hace al ius ad bellum como en lo relativo al ius in bello); y, en fin, entre reacciones al ciberataque de naturaleza preventiva, correctiva, policial, penal o militar.
Por último, también se señalan las dificultades existentes (hasta ahora, al menos, tanto por falta de desarrollo teórico como por falta de conciencia generalizada sobre la relevancia de hacerlo) para aplicar el Derecho Internacional humanitario al ámbito de la "ciberguerra".
Una lectura altamente estimulante desde el punto de vista intelectual, pues. Que, desde luego, no resuelve las dificultades, pero sí que las señala, empujándonos a pensar sobre ellas, y a repensar nuestras ideas adquiridas al respecto.
