(Comunicado conjunto de CC.OO., U.G.T., C.S.I.F. y C.I.G.)
Las organizaciones sindicales con representación en la Mesa
Sectorial de Universidades han acordado convocar Huelga en todas las
Universidades Públicas y para todo su personal el próximo 24 de marzo.
El Gobierno acaba de aprobar el RD 43/2015 modificando la
ordenación de las enseñanzas universitarias con la oposición de toda la
comunidad universitaria, de la Conferencia de Rectores (CRUE), sin debate
político ni social, sin una evaluación de la implantación de la última
modificación legislativa consecuencia de la aplicación del proceso de “Bolonia”
y sin una justificación creíble de sus propuestas.
Si finalmente se implanta el 3+2 (grados de tres años y
másteres de dos) de forma generalizada, el sistema, lejos de homogeneizarnos
con Europa, generará nuevas disfunciones porque, como señala el Consejo de
Estado en su dictamen, “Parece difícil alcanzar tal homogeneización cuando
dentro de nuestro propio país podría darse el caso, con la redacción del Real
Decreto, de que un mismo título tuviera una duración diferente en una
universidad y otra”. Además, teniendo en cuenta los elevados precios de los
estudios de posgrado y las mayores dificultades para el acceso a becas y ayudas
al estudio, se producirá una disminución significativa del alumnado
universitario.
La reducción del número de créditos necesarios para
finalizar los estudios de grado y la previsible pérdida de estudiantes tendrán
un impacto muy negativo en la financiación de las universidades, el empleo y
las condiciones laborales del profesorado y del personal de administración y
servicios, dando lugar a una reconversión del sector que no vamos a aceptar.
Según el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, las universidades
ingresarán 150 millones de euros menos en concepto de matrículas, a los que se
sumará el ahorro de las comunidades autónomas, que algunos cifran en 850
millones. Por tanto, se producirá un recorte de 1.000 millones, que se añadirá
a los 1.500 que han perdido las universidades entre 2010 y 2014.
Asimismo, en los últimos meses de su mandato, el Gobierno se
plantea aprobar dos reales decretos que modificarán los requisitos para la
creación de centros y universidades y el sistema de acreditación del
profesorado universitario funcionario, fundamental para el acceso a la
profesión docente e investigadora.
En el borrador de RD de creación de centros y universidades
que conocemos, se elimina la referencia a la programación general de la
enseñanza que debería permitir la planificación de la oferta, se eliminan
muchos requisitos mínimos y se rebaja la exigencia de los que quedan. El número
de títulos que deben ofertar sigue siendo ocho, pero ya no se exige que al
menos uno sea de ciencias experimentales.
Se flexibiliza y desregula para facilitar el negocio de
acuerdo con la Ley 20/2013, de garantía de la unidad de mercado, con el fin de
“crear un entorno mucho más favorable a la competencia y a la inversión,
facilitando que los agentes económicos puedan beneficiarse de las ganancias de
una mayor dimensión en términos de productividad y costes”.
En la práctica, esto supone flexibilizar las condiciones
para la creación de nuevos campus privados, que han proliferado desde 1997 en
detrimento de las universidades públicas, pasando de 13 a 33, a pesar de que el
Gobierno habla insistentemente de la necesidad de reducir lo que considera un
número excesivo de titulaciones y centros.
Por último, la propuesta ministerial de Real Decreto por el
que se modifica la acreditación del personal docente e investigador (PDI)
funcionario establece un sistema menos objetivo, transparente e imparcial que
el actual y continúa minusvalorando la actividad docente frente a la
investigación.
Por otro lado, el nuevo baremo puramente cualitativo no
permite la autoevaluación de los candidatos, al impedir medir con exactitud sus
méritos, y dificultará todavía más la obtención de la acreditación que permite
al profesorado acceder a la universidad. Igualmente, fracasa en el intento de
equilibrar calidad y cantidad de méritos.
Parece que el objetivo final del Gobierno es endurecer los
requisitos para la acreditación, aunque su argumento sea incrementar la calidad
de los acreditados.
Las organizaciones firmantes de este comunicado rechazan
estas iniciativas que pretenden convertir las universidades en empresas de
servicios educativos y piden a la comunidad universitaria que se sume al
rechazo y participe en la huelga del próximo 24 de marzo.
NO MÁS REFORMAS SIN CONSENSO CON LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
NO AL 3+2 QUE ENCARECE LOS ESTUDIOS UNIVERSITARIOS Y
EXPULSARÁ AL ALUMNADO CON MENOS PODER ADQUISITIVO
NO A LA DESREGULACIÓN Y FLEXIBILIZACIÓN EN LA CREACIÓN DE
CENTROS Y UNIVERSIDADES
NO A UN SISTEMA QUE PERMITE UNA ACREDITACIÓN MENOS OBJETIVA
Y SIN DEMOSTRAR EXPERIENCIA DOCENTE
(Apoyan también la huelga las organizaciones estudiantiles Sindicato de Estudiantes (SE), Estudiantes en Movimiento (EeM) y Federación de Asociaciones de Estudiantes Progresistas (FAEST))