Tan sólo unas breves líneas para recomendar vivamente esta película. Se trata, en principio, de un clásico ejemplo del subgénero procedural, dentro del cine criminal. Y, en este sentido, tan ordinario como acostumbran a serlo las tramas centradas en torno la cuestión del whodunit, por más que estén muy bien filmadas, desde un punto de vista técnico.
Y, sin embargo, la película se convierte en algo muy diferente, y mucho más relevante, desde el momento en que la trama se centra en la cuestión del racismo. Y, más específicamente, en las tensiones que la diversidad étnica ocasiona en una familia de clase obrera, obsesionada por obtener el ascenso social de sus retoños. Retratando agudamente al papel que los prejuicios cumplen en la división de la clase obrera y en su sometimiento. Y, al mismo tiempo, las manifestaciones más cotidianas (y, por ello, más importantes en términos funcionales) de la dominación racista.
O de cómo el racismo actúa, en las sociedades contemporáneas, para l@s ciudadan@s principalmente como un instrumento de preservación y promoción del propio capital social. (Para los poderes sociales es diferente: se trata de un dispositivo más de dominación, de ciertos sectores del proletariado. Y también una herramienta propagandística, para suscitar legitimidad política, en aquella parte del pueblo sedicentemente perteneciente a la "etnia superior".)
O de cómo el racismo actúa, en las sociedades contemporáneas, para l@s ciudadan@s principalmente como un instrumento de preservación y promoción del propio capital social. (Para los poderes sociales es diferente: se trata de un dispositivo más de dominación, de ciertos sectores del proletariado. Y también una herramienta propagandística, para suscitar legitimidad política, en aquella parte del pueblo sedicentemente perteneciente a la "etnia superior".)