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sábado, 22 de marzo de 2014

La ciencia-ficción como discurso político


"De todos los géneros cinematográficos, el cine de ciencia ficción es el que suele estar vinculado, de manera más explícita, a la construcción de discursos morales. Semejante particularidad se debe a su profundo carácter especulativo, a su férrea voluntad de reflexión proyectada hacia el futuro. El cine de ciencia ficción , como afirma J. P. Telotte, nos permite «teorizar, en un riguroso sentido fantástico, lo que podría o no ser, el hoy o el mañana». Al mostrarnos un futuro posible -ya sea utópico (un mundo idealizado que se presenta como alternativo al realmente existente) o distópico (meditación en torno a un mundo ficticio indeseable en sí mismo)-, el cine de ciencia ficción nos proporciona una imagen de nosotros mismos a la que podamos adherirnos o luchar contra ella: implica una clara ruptura con «lo que es» a favor de «lo que debería ser».

Efectivamente, algunos críticos sostienen que el cine de ciencia ficción no trasciende en absoluto el horizonte de la ideología dominante (la cultura, las relaciones sociales, la política). Según estos críticos, en lugar de cuestionar la ideología y modos de vida dominantes del presente, nos invita a la conformidad ideológica. Es decir, este cine busca «naturalizar» el Sistema. Como Benjamin Shapiro argumenta, las películas de ciencia ficción a menudo «nos descubren un futuro que amenaza con destruir no sólo todo lo que sabemos, sino 'cómo' lo sabemos...; pero aún así, nuestra conciencia social colectiva, nuestros valores y creencias, sobrevivirán. No somos, y en última instancia, no nos convertiremos, en 'aliens'». ¿Es el cine de ciencia ficción un «suplemento» de la ideología dominante que da fe de la indestructibilidad de esa ideología? Quizás, pero podríamos ver este concepto en otros términos, a partir de la idea, derivada de G. W. Hegel, de que el cine de ciencia ficción es estructuralmente incapaz de producir una imagen auténtica del futuro, puesto que ninguna filosofía -y ningún arte- puede trascender su época y prever un futuro auténtico a partir del presente. «Pase lo que pase, todo individuo es hijo de su tiempo, de modo que su filosofía también es su propio tiempo apresado por sus pensamientos», escribió Hegel. Esto nos lleva a certificar la existencia de una sorprendente paradoja: el futuro, como tal, está vetado a nuestro conocimiento.

Por eso, cuando el cine de ciencia ficción representa un futuro imaginario, se queda totalmente dentro del ámbito de aplicación de la estructura social/ cultural/ política dominante. Pero el valor de este género reside en su gran capacidad para permitirnos observar nuestro mundo desde una óptica que ordinariamente no solemos (ni podemos) ver. La ideología que estructura nuestro universo social/ cultural/ político no es inexpugnable, las imágenes del cine de ciencia ficción ofrecen alternativas para cuestionarla o socavarla."

Antonio José Navarro, Dossier Steven Spielberg: Futuro imperfecto. El cine de ciencia ficción (Dirigido por... nº 442, marzo 2014, p. 59).


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