A veces resulta en verdad llamativa la forma en la que una película -una narración- se convierte realmente en otra muy diferente de aquella que en principio pretende ser. Así, quien quiera contemplar un verdadero tratado de ideología masculinista, un elogio de todas las supuestas virtudes del varón "de una pieza", contraponiéndolo al varón "en ciernes" y al varón "contrahecho", deberá aproximarse a este curioso western.
Bajo el pretexto, en efecto, de una rutinaria historia de enfrentamiento entre la caballería de los Estados Unidos y los apaches, la película se enzarza en un intento de construir el modelo de "varón ideal" y a contraponerlo a otros contramodelos. Mal servido, sin embargo, el protagonista -el pretendido ideal- por Audie Murphy, de escasa expresividad en tanto que tal héroe y modelo. En todo caso, son estas las disquisiciones que dotan de algún interés (más sociológico que estético: desde el punto de vista dramático, resulta escasa la tensión) a la película.