Este artículo, que aparece en el nº 180 (octubre 2010) de Le Monde Diplomatique en español, presenta un nuevo modelo de partido político (y, consiguientemente, de dinámica política) que progresivamente se está imponiendo, caracterizado por una mayor vinculación entre partido y sociedad, pero no a través de los medios tradicionales (de "orgánicos" podríamos calificarlos: mediante organizaciones de masas, como los viejos partidos socialistas y comunistas), sino mediante relaciones en red con movimientos sociales de todo género, así como con los medios de comunicación.