En el nº 33 (abril 2010) de Cahiers du Cinema-España, Adrian Martin, al hilo de la película alemana Es kommt der Tag (Susanne Schneider, 2009), comenta la reciente tendencia a la aparición de películas del subgénero "melodrama familiar con terroristas", en el que un discurso "bienpensante" pretende arreglar cuentas con los grupos armados de los años sesenta/ setenta/ ochenta; esta vez, a través del reproche de haber sacrificado las vidas de sus familias. (Un ejemplo de este enfoque ya en la época de los hechos, era, en muy buena medida, la novela Fürsorgliche Belägerung, de Heinrich Böll.)
Destaca -muy adecuadamente, a mi entender- cómo dicho discurso es eminentemente conservador, por cuanto que elude cualquier consideración de orden político (¿por qué luchaban aquellos grupos?) para concentrarse en el bienestar individual, concebido además desde la perspectiva pequeño-burguesa (casa, comida, educación, una familia acogedora, comodidades, etc.).