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domingo, 15 de noviembre de 2009

The imaginarium of Dr. Parnassus (Terry Gilliam, 2009)


Otra espléndida obra de Terry Gilliam, un cineasta excéntrico, original  y valioso:

- Porque hace un cine de la imaginación en tiempos en los que lo que está de moda es ser "realista"... chatamente realista, casi siempre.

- Porque reivindica la tradición literaria más clásica (en esta película: la mitología griega, Lewis Carroll, Fausto,...) en tiempos en los que está de moda ser muy pop (aunque, en realidad, su procedencia no pueda serlo más -recordemos a los Monty Python- y ello se refleje en parte en las escenas imaginarias -deudoras de la estética psicodélica- de esta película).

- Porque apuesta por un cine exhuberante en tiempos en los que está de moda hacer un cine que tenga apariencia de "pobre" (si se quiere estar conforme con el canon del "buen gusto").

Con estos mimbres, Gilliam nos presenta una fábula -otra más- acerca del poder de la imaginación... y de la miseria mental de un mundo, como el nuestro, que parece querer renunciar a ella en nombre de quién sabe qué estrecho concepto de "racionalidad" y de "cientificidad". No es, pues, una película necesariamente tranquilizadora (no estamos ante Walt Disney), ya que, con independencia del "final feliz" que un cuento como éste merece (¿feliz, un final en el que el sabio se ha visto convertido en homeless y su amada hija se ha vuelto una mujer casada y adulta convencional?), la sociedad que aparece retratada resulta ser en realidad una reproducción a gran escala del infierno.

Pondré, en todo caso, un pero a la película: a pesar de ser, pese a todo, apreciables, creo que las escenas imaginarias habrían ganado mucho si, en vez de inspirarse tanto en la estética pop (la psicodélica, ya mencionada), lo hubieran hecho más en la pintura clásica, ya que habrían ganado en hondura visual. (No creo, por el contrario, que sea importante el baturrillo narrativo -indudable-, ya que, en mi opinión, Gilliam se las arregla bien para no perder el hilo de la trama. ¿A quién le puede importar, además, en una película acerca del valor y del poder de la imaginación, que los guionistas no se hayan acomodado -no plenamente, al menos- a las reglas clásicas de Hollywood acerca de la construcción "cerrada" de los guiones?)




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