Una de las innumerables películas acerca de Jack el Destripador: aquí, visto desde el punto de vista de sus caseros (!). Sin embargo, el tema es lo de menos. Lo de más: la espléndida película -como casi todas las suyas- que John Brahm hace a partir de un tema tan manido. Destaca, ante todo, la fotografía (Lucien Ballard), los planos, sombras, travellings,... Poco suspense, pero una gran puesta en escena (tal vez, manierista en exceso) de las torturas mentales de un sujeto obsesionado (atraído y repelido) por la maldad y el vicio femeninos.
Un pequeño clásico menor, en suma, digno de ser revisado.
