No soy un gran admirador de Blake Edwards: realmente, sólo aprecio de verdad Breakfast at Tiffany's (y sobre todo por los méritos de la historia de Truman Capote)... y confieso también mi debilidad por Operation Petticoat y por la pequeña película que ahora comento, una de las últimas del director.
Trasunto contemporáneo de la screwball comedy de los treinta (aunque, desde luego, no llegue a la talla de Bringing up baby y otros monumentos), sin alcanzar el ritmo cómico endiablado de aquellas películas, contiene una acumulación de gags y de situaciones, así como unos personajes bien caracterizados, que permiten pasar un buen rato de diversión.
Intrascendente, pues. Una película menor, sin duda. Pero bastante divertida.