Hoy he estado viendo esta original película de ciencia ficción, de esas que se apoyan casi exclusivamente en la originalidad de sus premisas: una nave miniaturizada ha de entrar en el interior de un cuerpo humano, para eliminar, desde dentro, un hematoma cerebral que amenaza con matar al paciente. Todo ello, justificado por razones de "guerra fría" (el paciente es un científico -se supone- procedente de Europa Oriental, que se ha entregado a los norteamericanos y posee información científica altamente valiosa), que pretende introducir algo de tensión en el argumento.
Pese a todo, si la película vale algo no es por esa pretendida tensión (que es casi irrelevante en la práctica), ni siquiera por el suspense de sus escenas de acción (todas son bastante lánguidas en realidad). Menos por sus personajes. Lo interesante es la premisa de partida y, luego, ese recorrido por el interior del cuerpo humano (corazón, pulmones, sistema linfático, oído, cerebro, ojo,...). Los efectos especiales hoy, claro, nos resultan algo primitivos, pero siguen teniendo su encanto.
En fin: una modesta película menor de un director espléndido, uno de los grandes. Una curiosidad (ni siquiera muy entretenida), sin más.
(En 1987 se estrenó Innerspace, dirigida por Joe Dante, que se inspira en el argumento de esta película.)