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jueves, 11 de junio de 2015

¿Conspiranoicos?


"Desposesión: quizá esta sea la palabra que ofrece la mejor entrada política en lo social -y no lo psíquico- del conspiracionismo. Porque, en lugar de ver en éste un delirio sin razón, o bien sin más razón que la esencia retrasada de la plebe, podría verse ahí el efecto, sin duda aberrante pero bastante previsible, de una población que no renuncia a comprender lo que le sucede, pero que se ve sistemáticamente desprovista de los medios para hacerlo: acceso a la información, transparencia de las agendas políticas, debates públicos en profundidad (entiéndase por esto algo distinto a las indigestas papillas que, bajo ese nombre, sirven losmedios de comunicación de masas), etc. (...)

(...) le son denegados todos los recursos, o casi todos, para entender  las fuerzas históricas que lo embisten y, sobre todo, para participar en las deliberaciones que deciden su destino. Ahora bien, como señala Spinoza, el sí mismo no debería sufrir suspensión alguna: «Nadie puede renunciar a la facultad de juzgar» (Tratado político), cuando además, ésta se ejerce como se puede, en las condiciones que le son dadas y con el encarnizamiento de la desesperación si, por añadidura, lo único que tiene para pensar es su desgracia. El conspiracionismo no es la psicopatología de unos pocos desviados, es el síntoma necesario de la desposesión política y la confiscación del debate público. (...)

Pero más aún que la desposesión, el conspiracionismo, donde las élites constituyen una irremediable minoría, podría ser la paradójica señal de que, en realidad, el pueblo accede a la mayoría de edad, porque está harto de escuchar con deferencia a las autoridades y se propone representarse el mundo sin ellas. Sólo le falta una cosa para entrar en este mundo completamente y esquivar ardides como el del conspiracionismo, que salpica inevitablemente a todo el debate público: el ejercicio, la práctica, el hábito... es decir, todo aquello que las instituciones de la confiscación (representación, medios de comunicación, expertos) le niegan y éste, sin embargo, se esfuerza por conquistar al margen (asociaciones, educación popular, prensa alternativa, reuniones públicas, etc.), porque es ejerciéndose como se forman las inteligencias individuales y colectivas."



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