El libro de Enzo Traverso: La violencia nazi. Una genealogía europea (Fondo de Cultura Económica, 2003) explora las conexiones entre la política nacionalsocialista de exterminio y diversos discursos y prácticas sociales presentes previa y contemporáneamente en la civilización occidental, que fueron combinadas en dicha política de forma original y novedosa.
Lo interesante de la investigación no es ningún intento de explicación causal, ni menos aún de responsabilización moral (pretensiones estas que no existen en la obra); sino, precisamente, que pone de manifiesto la presencia de diversos dispositivos -por emplear el expresivo concepto de Michel Foucault- en la cultura occidental que permiten diseñar acciones políticas dirigidas hacia la reconstitución (biopolítica) del cuerpo social y político. No sólo, claro está, aquellas que el nacionalsocialismo ensayó, sino también otras, quizá más relevantes en nuestros días.
¿Acaso las políticas "antiterroristas" no tienen algo que ver con tales dispositivos?