Muy interesante trabajo, en el que el autor denuncia y demuestra la falta de rigor que, en general, pone de manifiesto la jurisprudencia penal española cuando lleva a cabo (pretendidas) operaciones de ponderación, en la resolución de casos. Operaciones que, en la práctica, rayan casi siempre con el más craso decisionismo... es decir, justamente con aquello que los métodos de ponderación deberían evitar.
No obstante, compartiendo la crítica, no estoy tan seguro -como el autor parece estarlo- de que recurrir sin más a la metodología de ponderación propuesta por Robert Alexy permita resolver la cuestión: sin duda, en comparación, se hará de modo más serio que como lo hace usualmente nuestra jurisprudencia. Pero dudo que, aún, el nivel de racionalidad resulte suficiente.