Este artículo, aparecido en el nº 288 (mayo 2005) de Revista de Occidente, cuenta en detalle la historia del pensamiento lingüístico de la izquierda española (y, en realidad, de toda la europea) a lo largo de los siglos XIX y XX. Narra cómo la izquierda mantuvo tradicionalmente una actitud contraria al pluralismo lingüístico (que era más bien una causa de los sectores ideológicamente más reaccionarios, vinculados a la iglesia católica) y favorable a las "grandes lenguas". Y cómo sólo a partir de los años setenta del siglo pasado la posición tiende a cambiar, hasta llegar a la situación actual, en la que buena parte de la izquierda ha hecho de la defensa del pluralismo lingüístico una bandera, un signo de progresismo.