Aparece en el nº 170 (febrero 2011) de Revista de Libros esta recensión del libro de Alfonso García Figueroa Criaturas de la moralidad. Una aproximación neoconstitucionalista al Derecho a través de los derechos (Trotta, Madrid, 2009).
En mi opinión De Lora pone el dedo en la llaga, en lo que constituye la dificultad central de las concepciones coherentemente "neoconstitucionalistas" del Derecho; esto es, verdaderamente antipositivistas. Un problema que, precisamente, en el libro de García Figueroa, por su calidad y por su claridad de ideas, se pone paladinamente de manifiesto: la dificultad -por no decir imposibilidad- para preservar un criterio de identificación del Derecho (que no otra cosa pretende ser la teoría juridica positivista -el mejor positivismo, cuando menos) que resulte al tiempo compatible, por una parte, con la aceptación, por los partidarios del neoconstitucionalismo, de la esencial dependencia de la validez respecto de la moralidad de las normas y, por otra, con la existencia del hecho social de la específica normatividad del Derecho.
Y si, según sostengo, tal criterio neoconstitucionalista de identificación del Derecho deviene imposible, entonces sólo alguna de las formas de positivismo jurídico quedan disponibles (claro está: para quien rechace opciones como el iusnaturalismo) para la identificación del Derecho: como he apuntado en otra ocasión, probablemente sea suficiente con las tesis clásicas del positivismo jurídico (fuentes sociales, identificación objetiva del Derecho, separación entre Derecho y moral) para realizar dicha identificación. Aun cuando dudo bastante de que lo sean cuando pasamos de la identificación a la interpretación y aplicación.