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viernes, 14 de junio de 2013

No way out (Joseph L. Mankiewicz, 1950)


En la carrera de Joseph L. Mankiewicz como director son muchas las películas que intentan penetrar de manera crítica en facetas de la sociedad norteamericana de su tiempo: el teatro, el matrimonio, los prejuicios, ... y el racismo.

En No way out afronta este último tema, a través de una narración que resulta característica del cine "liberal". En la medida, en efecto, en la que el racismo es estereotipado, como un fenómeno de prejuicios. Y, en tanto que tal, atribuido específicamente a la clases más incultas, y pobres (caucásicas y afroamericanas), de la población, "que-deberán-superar-sus-prejuicios-y-aceptar-la-ineludible-igualdad-entre-todos-los-seres-humanos". Y, para ello, el argumento presenta, de forma pretendidamente equilibrada, a personajes blancos y afroamericanos que intentan ser representativos de todas las evoluciones posibles: el racista incorregible, el afroamericano resentido, el blanco liberal, el afroamericano integrado, la blanca que se convertirá al credo de la igualdad, etc.

De este modo, el racismo es convertido, en la concepción liberal, en un problema de prejuicios, de emociones mal dirigidas. Y, por consiguiente, en un desafío a la "civilización" (liberal): al proceso de conformar buenos ciudadan@s, a través de unas prácticas adecuadas de poder social, que normalicen a los pobres racistas, para convertirles en "clase media tolerante". Por el camino, se evita profundizar en la conexión entre racismo y prácticas de gobernanza de las poblaciones (mediante la división del trabajo, y de la clase trabajadora, entre etnias y/o nacionalidades), así como entre dominación racista y explotación económica.

Una película, pues, que puede ser vista con provecho desde la perspectiva de su trama de intriga, narrada con dinamismo, por lo que resulta entretenida. Y puesta en imágenes a través del característico empleo  (en el cine "comprometido", entonces y ahora) de la composición de los planos con la finalidad de que resulten "significativos"; tendiendo, pues, hacia el énfasis. Sin embargo, no debería ser tomada en serio desde el punto de vista sociológico o político.


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