X

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

jueves, 17 de diciembre de 2009

"The wind and the lion", de John Milius: cine antiimperialista de derechas




Hoy, por fin, he tenido la oportunidad de ver esta gran película de John Milius.

Nos hallamos ante una película de aventuras (coloniales) en su sentido más clásico. Eso sí, de una película de aventuras del subgénero "crepuscular": al igual que -la película del mismo año- The man who would be king (John Huston), aún estamos ante una reflexión sincera acerca del sentido de la aventura misma, que, aquí, acaba con la agridulce conclusión de que la aventura (en su sentido clásico, de apertura a mundos desconocidos) carece ya de sentido en la era contemporánea. Lejos, pues, del entusiasmo presente en obras anteriores (que, sin embargo, son paralelas desde el punto de vista temático) como Gunga Din, The lives of a Bengal lancer, The charge of tha Light Brigade, etc. Y, desde luego, mucho más lejos todavía de las reconstrucciones, parodias y pastiches (para entendernos: al modo de la serie de películas sobre Indiana Jones de Steven Spielberg, o las que ha dirigido dentro del género Robert Zemeckis) que han predominado en el género desde los años ochenta hasta hoy.

(Es cierto que, en esta película, es más grande el guión que la puesta en escena, que resulta manifiestamente mejorable: Milius no es, desde luego, David Lean, su puesta en escena no resalta los materiales narrativos que se trae entre manos, antes al contrario, los degrada. Y, pese a todo...)

Tal vez lo más llamativo sea el discurso político subyacente (y bastante explícito, por lo demás): la narración de la película se apoya esencialmente en la contraposición entre las potencias "civilizadas" (colonialistas) y los "salvajes" (los grupos armados locales que luchan contra los colonizadores y sus gobernantes locales títeres), quedando muy claro que son estos últimos los únicos "pueblos decentes" -por usar la expresión de John Rawls- que respetan los códigos morales. Estados Unidos aparece, en este marco (sobre todo, a través de la figura del Presidente Theodore Roosevelt -Brian Keith), en una posición ambivalente: un país nacido del sueño anticolonialista, pero que -queda claro en la película- se está convirtiendo aceleradamente en una potencia imperialista, aun contra los deseos de sus líderes políticos; que está "perdiendo su alma" a manos de la voracidad de sus capitalistas. (Aun cuando -siempre según Milius- aún mantiene algunos restos de su vieja moralidad: aquí entraría la quijotesca, e increíble, liberación de Mulai Ahmed er Raisuli -Sean Connery- por parte de los soldados estadounidenses... ¡liderados por Eden Pedecaris -Candice Bergen!) No estamos, pues, lejos de la pérdida  -aquí, ya presentada como definitiva, irreparable- de los referentes morales de la Nación que Apocalypse now (Francis Ford Coppola... cuyo guión es, precisamente, de Milius) narrará con aún mayor grandiosidad.

Antiimperialismo, pues. Pero, claro, un antiimperialismo reaccionario: sobre todo, por fiarlo todo a la preservación de la moralidad, y de la moralidad tradicional, como instrumento idóneo para combatir una política inmoral, como es la imperialista. Por prescindir, por consiguiente, del poder (y de sus fundamentos: la dominación y la injusticia) como elemento clave de la ecuación. Claro que, en todo caso, nos hallamos ante un reaccionario (antiimperialista) melancólico: que parte de que tales posiciones moralistas y voluntaristas están abocadas inexorablemente a la derrota y a la destrucción. Aunque -en otro arranque quijotesco- la idea sea que, pese a ello, merece la pena: "¿No hay nada en tu vida por lo que merezca la pena perderlo todo?", se pregunta Mulai Ahmed er Raisuli, como conclusión, entre animosa y derrotada, de la historia que hemos presenciado.

Más publicaciones: