domingo, 5 de marzo de 2017
Manchester by the sea (Kenneth Lonergan, 2016)
La práctica de experimentar (ver, sentir, sufrir, soportar,...) la contemplación de un melodrama estriba -entre otras cosas, pero muy particularmente- en identificarse con las vicisitudes (esencialmente, afectivas, familiares, sexuales) de l@s personajes protagonistas y sentir, aunque sea de manera vicaria, las emociones que se supone (a tenor de la ideología dominante) que hay que sentir, apropiadamente, ante la situación dramática planteada.