lunes, 4 de julio de 2016
Slow West (John Maclean, 2015)
Parece que estamos inexorablemente abocados -¡el signo de los tiempos!- a recibir principalmente muestras de westerns contemporáneos que optan por el manierismo y el formalismo extremos como formas de expresión: si dejamos a un lado la obra de directores tan (posmodernos, pero con vocación de ejercitarse en una retórica) clasicista como Clint Eastwood o Tommy Lee Jones, predominan, es claro, el manierismo y el formalismo, en obras como, por ejemplo, The assassination of Jesse James by the coward Robert Ford (Andrew Dominik, 2007) o las obras de Quentin Tarantino.