viernes, 11 de diciembre de 2015
Yves y Fred, entre rejas por promover la democracia
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Rojo y negro (Carlos Arévalo, 1942)
Contemplar Rojo y negro como la película deliberadamente política que pretende ser (que constituye el paradigma del cine falangista, se ha dicho de ella) resulta problemático. Y lo resulta, porque en ella existe una notoria contradicción entre sus formas y su argumento. Una contradicción que empaña y dificulta la determinación de su sentido último.