Leía el otro día un reportaje acerca de la manera en la que varios ayuntamientos vascos, gobernados por partidos de diferente signo, han cambiado su dinámica interna a partir del cese de la actividad armada de ETA. Se señala en el mismo cómo ahora la convivencia y la discrepancia política entre partidos se ha normalizado: subsiste el enfrentamiento de puntos de vista, sobre el presente y sobre el traumático pasado de violencia, pero, a cambio, existe el diálogo, bien es cierto que partiendo cada parte de narrativas radicalmente enfrentadas (esquematizando: lo que para un@s fue una historia de "terroristas totalitarios" frente a defensores del Estado democrático, para otr@s fue una historia de enfrentamiento entre dos organizaciones políticas armadas -el Estado español y ETA- en pro de sus respectivos objetivos políticos).
viernes, 23 de octubre de 2015
Euskadi: reconciliación social pos-conflicto y enfoque de derechos humanos
Leía el otro día un reportaje acerca de la manera en la que varios ayuntamientos vascos, gobernados por partidos de diferente signo, han cambiado su dinámica interna a partir del cese de la actividad armada de ETA. Se señala en el mismo cómo ahora la convivencia y la discrepancia política entre partidos se ha normalizado: subsiste el enfrentamiento de puntos de vista, sobre el presente y sobre el traumático pasado de violencia, pero, a cambio, existe el diálogo, bien es cierto que partiendo cada parte de narrativas radicalmente enfrentadas (esquematizando: lo que para un@s fue una historia de "terroristas totalitarios" frente a defensores del Estado democrático, para otr@s fue una historia de enfrentamiento entre dos organizaciones políticas armadas -el Estado español y ETA- en pro de sus respectivos objetivos políticos).