Uno de estos días, he participado en una jornada pública, en una universidad española, en la que se hablaba acerca del futuro del libro jurídico. Aunque, en realidad, no importa el tema. La cuestión (a la que quiero hacer referencia, en esta nota y en esta reflexión) es que me hallaba rodeado de personas que, como yo, ostentan puestos de responsabilidad -sin duda, en diferentes grados- en universidades, empresas editoriales del máximo nivel, colegios de abogados, miembros del Poder Judicial, etc. (Aunque no puedo asegurarlo, creo probable que el hecho de tratarse de juristas no añada, ni quite, nada a la anécdota y a su carácter ejemplar: podría haberse tratado del sector sanitario, o del de la construcción, o...)
viernes, 28 de febrero de 2014
Perú: La justicia da la espalda a más de 2.000 mujeres esterilizadas a la fuerza
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