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martes, 24 de julio de 2012

"El derecho puede ser un arma valiosa para aquellos que se resisten al poder"




Alberto Garzón Espinosa: ¿Sobran políticos?

Entra tanta demagogia, sedicentemente de izquierdas, conviene escuchar a las voces sensatas:



El "documento resultante" del Proceso de Dublín II en 15 puntos

Un documento con recomendaciones clave para mejorar los procesos de supervisión internacional del cumplimiento de las obligaciones de los Estados en materia de derechos humanos:



Plataforma por la desobediencia civil

(Adhesiones:





Manifiesto


Desde el comienzo de esta última crisis en los países “occidentales” asistimos a un aumento de la represión que va paralelo al auge de los movimientos de protesta.
En los últimos años se ha ido articulando poco a poco una contestación social que se ha visto enormemente potenciada a partir de la aparición del 15 M. Las personas, conscientes de que sus gobiernos no tienen como prioridad el bienestar de todas, sino que han situado a los mercados como epicentro de la sociedad, han optado por la única vía que permite seguir manteniendo la condición humana: la de organizarse, resistir y construir. Y lo han hecho por la vía de la desobediencia civil y la resistencia pacífica y creativa. Esta estrategia permite articular una defensa social ante la violencia que los gobiernos supuestamente democráticos están ejerciendo contra los pueblos.

Free Human Rights Activist Jailed for a Tweet in Bahrain

Puedes firmar esta acción de Amnistía Internacional aquí:



Cynicism Without Solutions



¿Puede funcionar el Estado como una verdadera democracia en el marco de una sociedad que -como las contemporáneas- sea lo suficientemente plural, compleja y transida de relaciones de poder como para que, inevitablemente, los grupos de presión estén constantemente presentes en todos los procesos de toma de decisiones políticas? ¿Y es verdaderamente posible, en este contexto, que el Estado acometa reformas de calado (en la sociedad, en el propio sistema político) de forma efectiva, o habrá que buscar la posibilidad de cambio en otra parte? Preguntas incómodas, que suelen ser orilladas en muchas teorías normativas acerca de la democracia (y, más aún, en las declaraciones de buenas intenciones acerca de la "democracia real"). Y, sin embargo, resulta imprescindible darles respuesta.