La peculiaridad de la oleada de antisemitismo promovida por el nacionalsocialismo alemán fue que, a diferencia de lo que ocurría en otros países europeos (señaladamente, en Europa Oriental), en Alemania, aun cuando desde luego había -como en todo Occidente, prejuicios racistas antisemitas, existía, sin embargo, un apreciable nivel de integración de buena parte de la población etiquetada como judía. Por ello, al llegar al poder los nazis e imponer su política de (inicial) segregación, se dio un caso raro de hallar en la historia de la infamia: un grupo marginado que, en contra de lo que es habitual, no había naturalizado -en mayor o menor medida- su condición "inferior", que tenía claro que su marginación obedecía, pura y llanamente, a un diktat político (que, al menos en sus inicios, fue sentido como arbitrario por una buena parte de la población alemana).
sábado, 4 de junio de 2011
Hans Keilson: Der Tod des Widersachers
La peculiaridad de la oleada de antisemitismo promovida por el nacionalsocialismo alemán fue que, a diferencia de lo que ocurría en otros países europeos (señaladamente, en Europa Oriental), en Alemania, aun cuando desde luego había -como en todo Occidente, prejuicios racistas antisemitas, existía, sin embargo, un apreciable nivel de integración de buena parte de la población etiquetada como judía. Por ello, al llegar al poder los nazis e imponer su política de (inicial) segregación, se dio un caso raro de hallar en la historia de la infamia: un grupo marginado que, en contra de lo que es habitual, no había naturalizado -en mayor o menor medida- su condición "inferior", que tenía claro que su marginación obedecía, pura y llanamente, a un diktat político (que, al menos en sus inicios, fue sentido como arbitrario por una buena parte de la población alemana).
Temas:
derechos humanos,
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una reflexión