sábado, 7 de julio de 2018
Western (Valeska Grisebach, 2017)
Estamos demasiado acostumbrad@s a concebir el colonialismo como una relación de dominación entre estructuras políticas. Sin embargo, siendo ciertamente así, con esta perspectiva tendemos a olvidar algo que, empero, resulta esencial: que, aun cuando desde un punto histórico y macro-político esa dominación estructural resulta la clave de inteligibilidad de la relación colonial, la praxis micro-política (y micro-social) del colonialismo siempre ha tenido lugar de un modo muy diferente, a través de interacciones sociales entre miembros de las clases populares integradas en (y dominadas por) la estructura política colonizadora y miembros de las clases populares integradas en la estructura política colonizada. Y, por cierto, tanto en un caso como en el otro, principalmente varones. (O también mujeres, pero ubicadas siempre éstas en roles considerados secundarios: esposas, prostitutas, criadas, objetos sexuales,…)