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jueves, 8 de noviembre de 2018

Shiraz Maher: Salafi-Jihadism: The History of an Idea


Este libro (Penguin, 2016) resulta muy interesante para rastrear los orígenes ideológicos del islamismo radical, especialmente en sus manifestaciones más violentas y peligrosas. En efecto, el autor pone de manifiesto cómo la totalidad de la construcción ideológica en la que se apoyan los grupos armados islamistas se basa en una manipulación y reelaboración de tópicos tradicionales del pensamiento islámico, pero adaptados (actualizados) para la realidad política contemporánea. 

De este modo, conceptos como los de yihad, takfir, hakimiyya,… resultan ser al tiempo conceptos tradicionalmente islámicos, pero también conceptos radicalmente novedosos, en su versión modernizada (la única útil para el islamismo político contemporáneo). De manera que, siendo esto así, el debate (usual dentro del pensamiento –racista- occidental) acerca de los vínculos entre islam y terrorismo se vuelve completamente absurdo: como todas las religiones (como todas las creencias con pretensión de duración, en realidad), los conceptos de la tradición de pensamiento islámico pretenden ser al mismo tiempo –y absurdamente- eternos, pero también eternamente cambiantes. Ser los conceptos originales predicados por Muhammad y por la sunna, pero también, simultáneamente, conceptos verdaderamente relevantes para las sociedades contemporáneas. Como es evidente, ambas pretensiones no pueden ser ciertas al mismo tiempo (si es que alguna de ellas lo es alguna vez). Y, sin embargo, esta pretensión de ser lo uno y su contrario es lo que vuelve tan útiles, en términos prácticos (psicológicos y políticos) estos tópicos ideológicos: permiten preservar sentimientos de pertenencia e identidad con una determinada tradición cultural, al tiempo que, pese a ello, siguen produciéndose constantes (e inevitables) ajustes de las creencias a los nuevos tiempos. 

En cualquier caso, y con independencia de estas reflexiones –relevantes, sin embargo- acerca de la función cultural de las ideologías y de las creencias culturales, el libro es, en sí mismo considerado, muy recomendable, para aproximarse de primera mano (y sin prejuicios racistas) a la realidad –orígenes y transformaciones- de la(s) ideología(s) islamista(s), que inspira a tantos grupos políticos de todo el arco de sociedades mayoritariamente musulmanas de África y Asia, a comunidades islámicas subordinadas residentes en Europa y a numerosos grupos armados.


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