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lunes, 24 de septiembre de 2018

El interrogatorio policial como problema de garantías: un ejemplo documentado


(El caso del que se extrae este interrogatorio -el asesinato de Teresa Halbach y la condena por el mismo de dos blancos pobres, Steven Avery y Brendan Dassey- ocupa la primera temporada de la serie documental Making a murderer -Moira Demos/ Laura Ricciardi, 2015.)

Brendan Dassey: un adolescente de 16 años, perteneciente a la clase baja y con ciertas dificultades de aprendizaje. Solo, sin apoyo de ninguna persona adulta, ni asistencia jurídica. En manos de la policía, que le interroga durante más de cuatro horas, indicándole qué debe responder. Acaba confesando su participación en un asesinato.

He aquí el vídeo del interrogatorio, en tres partes:








¿Un hábil interrogatorio? ¿Una confesión manipulada para lograr un falso culpable?

El debate sobre el rol de la policía en las confesiones de delincuentes y el valor probatorio que a ello le dan los tribunales de justicia ha sido siempre una cuestión candente, en relación con las garantías de un juicio justo.

Aquí, interesa el hecho de que se pueda ejercer poder sin necesidad de torturar o maltratar físicamente al acusado. Porque, independientemente de cuál sea la respuesta que deba darse a las preguntas que apunté arriba, es lo cierto que, dadas las condiciones en las que el interrogatorio policial tuvo lugar, no podemos tener garantía alguna de que en él se haya llegado a la verdad.

Un juicio injusto, pues, aun si -por casualidad- se hubiese llegado a condenar al verdadero culpable.


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