domingo, 25 de diciembre de 2016
"Lobos solitarios": una política criminal racional
Para una población europea algo atemorizada y, sobre todo, penetrada por importantes vetas de racismo, el fenómeno que se ha dado en llamar de los "lone wolves" ("lobos solitarios"), de individuos que, recurriendo a lo que tienen más a mano, optan por atentar contra la vida, integridad y bienes (y, en suma, contra la seguridad) de l@s ciudadan@s y de las sociedades occidentales en las que viven, para intentar contribuir así a la lucha de grupos armados islamistas radicales, resulta particularmente inquietante. Pues evoca dos fantasmas, dos terrores, presentes siempre en toda sociedad compleja y diversa (y tanto más presentes cuanto mayores sean sus tensiones internas): el fantasma de la inseguridad absoluta ("cualquiera, en cualquier momento y en cualquier lugar, puede ser víctima de una agresión por parte del más insospechado de los perpetradores") y el fantasma de la invasión por parte de cuerpos extraños ("el mal habita, inadvertido, entre nosotr@s, dispuesto a devorarnos en cuanto nos descuidemos").