jueves, 22 de septiembre de 2016
Mark Neocleous: La fabricación del orden social. Una teoría crítica sobre el poder de policía
Una característica verdaderamente notable (y, desde luego, nada inocente) de los Estados de Derecho demoliberales es la ambigua posición que dentro de los mismos ocupa la actividad policial. Y ello, desde varios puntos de vista: no sólo por su gran poder de hecho (en esto las diferencias entre Estados de Derecho y los que no lo son resulta meramente de grado, nunca de cualidad) y por el deficiente grado de control judicial sobre su actuación; sino, además, porque, incluso de iure, generalmente su regulación jurídica es tan defectuosa como insuficiente y el desarrollo dogmático de las teorías necesarias para interpretar y aplicar dicha mala regulación (a estructuras caractarizadas por su gran poder y escasa sumisión al Derecho) carece, con demasiada frecuencia, del rigor necesaria y de la calidad deseable. (El caso español resulta, en este sentido, particularmente sangrante.)