martes, 9 de agosto de 2016
Rebecca (Alfred Hitchcock, 1940): el matrimonio por amor como acontecimiento terrorífico
Es sabido que Rebecca fue concebida como una muestra -con un elevado nivel de producción, eso sí- de aquellas narraciones con cierto tono "gótico", construidas a caballo entre un aire fantástico y otro de intriga ambientada entre las clases acomodadas, que tan frecuentes resultaban en el cine norteamericano de la época. (Piénsese, por ejemplo, en Jane Eyre -Robert Stevenson, 1944-, Secret beyond the door -Fritz Lang, 1947-, Gaslight -George Cukor, 1944-, The lodger -John Brahm, 1944-, The spiral staircase -Robert Siodmak, 1945-,...) Y, en efecto, toda la gracia de la trama (brillantemente resaltada por la extraordinaria capacidad de Alfred Hitchcock para la puesta en escena) estriba -como en otras tantas muestras del subgénero- en mantener la tensión en torno a los miedos de la nueva Mrs. de Winter (Joan Fontaine): sobre en qué consisten, si tienen fundamento y si será o no capaz de superarlos, o resultará vencida por los mismos.