En este libro (The University of Chicago Press, 2011) se examinan las transformaciones acaecidas en las políticas norteamericanas de asistencia social dirigidas a la parte más pobre y precaria (en buena medida, perteneciente a minorías étnicas) de la población trabajadora, a raíz de la implantación en su seno de la ideología y de las estrategias de gobernanza propias de lo que se ha dado en llamar "neoliberalismo". Se destaca apropiadamente cómo estas transformaciones parten de la situación previa, en la que ya las políticas de asistencia social estaban fundamentalmente orientadas no tanto al cambio cuanto al control social: el control de poblaciones marginadas, observadas desde el poder estatal (y, más en general, desde los poderes sociales) como "clases peligrosas".