A la hora de perseguir el sentido más prominente de esta película que hoy comento, desearía llamar la atención sobre las primeras escenas de la película: no porque posean un valor propio (desde este punto de vista, en sí mismas consideradas, no son sino el inicio del desarrollo de una trama en torno a un triángulo amorosos y los desencuentros y fatalidades que lo desencadenan y, al tiempo, lo vuelven trágicamente imposible), sino porque las maneras audiovisuales que Benoît Jacquot emplea para formalizarlas resultan, a mi entender, extremadamente significativas. En suma, porque a partir de ellas es posible obtener, me parece, las claves interpretativas fundamentales para aprehender esta -en principio- rara especie de narración cinematográfica, potencialmente desorientadora, que resulta ser 3 coeurs.
sábado, 14 de noviembre de 2015
3 coeurs (Benoît Jacquot, 2014)
A la hora de perseguir el sentido más prominente de esta película que hoy comento, desearía llamar la atención sobre las primeras escenas de la película: no porque posean un valor propio (desde este punto de vista, en sí mismas consideradas, no son sino el inicio del desarrollo de una trama en torno a un triángulo amorosos y los desencuentros y fatalidades que lo desencadenan y, al tiempo, lo vuelven trágicamente imposible), sino porque las maneras audiovisuales que Benoît Jacquot emplea para formalizarlas resultan, a mi entender, extremadamente significativas. En suma, porque a partir de ellas es posible obtener, me parece, las claves interpretativas fundamentales para aprehender esta -en principio- rara especie de narración cinematográfica, potencialmente desorientadora, que resulta ser 3 coeurs.