En materia de largometrajes, Pixar Animation Studios no ha apostado nunca por la fantasía. (Los cortometrajes son otra cosa.) No se trata, en efecto, en su cine (como sí que ocurre en el caso de otros excelsos representantes del cine de animación contemporáneo: pienso, paradigmáticamente, en Hayao Miyazaki, pero hay otros muchos) de construir universos alternativos al nuestro, sino, más bien, de "animar" éste, en el más espiritual sentido del término: de narrar cómo habría que ver nuestro universo si diésemos por supuesto que detrás de cada fenómeno que nos rodea existe una ánima, un espíritu que lo anima: los juguetes (la tres películas de la serie de Toy story), los miedos infantiles (Monsters, Inc. y su secuela), las máquinas (Wall-E), la vejez y la muerte (Up),...
martes, 28 de julio de 2015
Inside out (Peter Docter/ Ronaldo del Carmen, 2015)
En materia de largometrajes, Pixar Animation Studios no ha apostado nunca por la fantasía. (Los cortometrajes son otra cosa.) No se trata, en efecto, en su cine (como sí que ocurre en el caso de otros excelsos representantes del cine de animación contemporáneo: pienso, paradigmáticamente, en Hayao Miyazaki, pero hay otros muchos) de construir universos alternativos al nuestro, sino, más bien, de "animar" éste, en el más espiritual sentido del término: de narrar cómo habría que ver nuestro universo si diésemos por supuesto que detrás de cada fenómeno que nos rodea existe una ánima, un espíritu que lo anima: los juguetes (la tres películas de la serie de Toy story), los miedos infantiles (Monsters, Inc. y su secuela), las máquinas (Wall-E), la vejez y la muerte (Up),...