jueves, 7 de noviembre de 2013
Gravity (Alfonso Cuarón, 2013)
Realmente, dentro de Gravity hay dos películas que son por completo diferentes. Está, de una parte, la convencional historia de la heroína (Sandra Bullock, tan carente de capacidad interpretativa como acostumbra) que, enfrentada a innumerables y casi invencibles obstáculos, es capaz de sobreponerse, superar sus propios miedos y triunfar en la persecución de su objetivo (la supervivencia), contra todo pronóstico. Hasta aquí, como digo, una historia, banal, mil veces vista, en la que los efectos especiales son protagonistas de las imágenes de dificultades, obstáculos y medio hostil (el espacio) que la heroína ha de enfrentar.