viernes, 11 de octubre de 2013
La herida (Fernando Franco, 2013)
Me pregunto, al ver La herida, por qué su director ha adoptado dos decisiones formales que no lo son sólo: ha optado por una composición en planos-secuencia extremadamente cerrados, que enmarcan todo el tiempo -es difícil encontrar excepciones- el cuerpo y/o el rostro de la protagonista (Marian Álvarez) casi en exclusiva; y ha optado también por emplear una textura visual mucho más rugosa de lo usual, de manera que en varias ocasiones se tiene la impresión de que (conforme a las convenciones usuales en el cine narrativo) nos hallamos ante alguna suerte de found footage, o -quizá, más bien- de cámara oculta.