(Dado el tenor de algunas de las observaciones que a continuación se realizan, comenzaré advirtiendo que yo -como todos los sindicatos presentes en la Mesa Sectorial de Universidades- rechazo el borrador de Estatuto de P.D.I. en la última versión que viene manejando el Ministerio de Educación. Y que, por ello, he firmado el Manifiesto en contra de dicho borrador, promovido por las organizaciones sindicales.)
¿Quién podría estar en contra de "la calidad de las universidades públicas"? Es seguro que los hay, dentro (desengañad@s y "trepas") y fuera (partidarios de la privatización a ultranza y políticos -y ciudadan@s- cortoplacistas, incapaces de pensar en nada que no produzca un beneficio rápido e inmediatamente tangible) de las universidades. Pero también doy por cierto que ninguno de tales agentes del sistema universitario español va a participar en el debate acerca de dicha calidad; o, para el caso, sobre el borrador (habría que decir, mejor, a la vista del vaivén político al respecto, los varios borradores) del Estatuto del Personal Docente e Investigador de las universidades públicas españolas (P.D.I.). Pues tales agentes procurarán influir en el resultado final, en función de sus intereses, más o menos confesables. Pero carecen de razones que puedan hacer valer en público para proponer una u otra política universitaria; y uno u otro modelo de estatuto para el P.D.I.